Las intervenciones de injerto de perlo son una cirugía menor de baja invasividad que requieren de un periodo de tiempo recuperación corto para volver a retomar la vida con normalidad. Este tiempo puede variar en función de cada paciente, pero lo habitual es que, en un periodo de entorno a cuatro o cinco días, el paciente pueda realizar su vida con total normalidad, atendiendo sólo a unos pequeños cuidados.
En este sentido, los factores que determinan la vuelta a la rutina habitual son la cicatrización de las pequeñas incisiones necesarias para realizar la cirugía, la adaptación de las unidades foliculares en la zona receptora, la respuesta del organismo a los medicamentos indicados por el cirujano.
No obstante, hay que tener en cuenta que, debido a los cuidados necesarios tras la intervención de implante capilar, es conveniente que las primeras 48 horas tras la intervención el paciente mantenga reposo. En este aspecto, es muy importante seguir las indicaciones pautadas por el equipo médico ya que se requieren de unos pasos específicos, tales como el lavado cuidadoso de la cabeza en las primeras jornadas y la toma de la medicación pautada por el profesional sanitario.
Por otro lado, en las primeras fases de la recuperación del injerto capilar, se ha de evitar el consumo de tabaco y alcohol porque el efecto de las sustancias de estos productos puede poner en riesgo los injertos capilares realizados y dificultar la circulación sanguínea. Además, en este periodo, se aconseja no realizar baños en playas y piscinas, no practicar ejercicios de forma intensa ni deportes violentos y evitar el uso de cascos de moto u otros elementos similares ya que estas acciones pueden dañar las unidades foliculares trasplantadas.
Recuperación del injerto capilar
De todos modos, lo habitual es que, en un periodo de unas semanas, el paciente ya puede realizar cualquier actividad de la vida con total normalidad.
En este seguimiento, el equipo de profesionales realiza una evaluación permanente sobre la adaptación y evolución de los injertos capilares y de la recuperación de la zona donante. Con ello, se garantizan unos resultados estéticos y naturales en el paciente u se solventan cualquier tipo de duda que pueda tener.
La experiencia del equipo de Unidad Médica Serrano, dirigidos por la doctora Mónica Rolando, permite realizar un procedimiento personalizado adecuado a las características particulares de cada paciente. Así, gracias a las décadas de trabajo dedicados en exclusiva a la microtrasplantación capilar, este grupo de profesionales es capaz de abordar cualquier tipo de problema de pérdida de cabello e indicar el tratamiento más conveniente en función de cada caso. Unos conocimientos y experiencia que permiten adaptar las fases del procedimiento a las particularidades del paciente y ofrecer las más innovadoras técnicas de implante de pelo, lo que reduce los tiempos de recuperación tras un injerto capilar.