El eccema es una afección cutánea caracterizada por vesículas rojizas y exudativas, que dan lugar a costras y escamas, y produce la sensación de ardor, escozor. El término eccema o eczema se suele utilizar como sinónimo de dermatitis, pero no es exacto. Se denomina eccemas a un tipo de dermatitis. Pero no todas las dermatitis son eccemas, de las cuales también existen dermatitis psoriasiformes, liquenoides, etc.
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Sobre el eccema
Los pacientes con eccemas presentan enrojecimiento, lesiones sobreelevadas o pápulas y ocasionalmente pueden desarrollar vesículas o escamas en la piel, según el grado de cronicidad. Durante los primeros días se aprecia además que la piel está caliente y se van formando vesículas de líquido transparente que, si se rompen, suelen formar costras superficiales.
Si este tipo de lesiones perdura en el tiempo, la piel de los pacientes se puede ir volviendo seca y escamada. Por ello es importante dar tratamiento a los eccemas desde que empiezan a desarrollarse en la piel de los afectados y ponerse en manos de médicos especialistas dermatólogos. Si descubres que tienes alguna lesión en la piel, acude a nuestro centro para descartar posibles enfermedades y prescribirte el tratamiento más adecuado.
Los eccemas pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo. Por lo general, los más comunes son los eccemas en la cara y el cuello, las piernas, los brazos y las manos. Pero también se han detectado casos de pacientes con eccemas en los párpados o el pene, dos zonas donde la piel es altamente sensible y en las que aplicar un tratamiento efectivo durante los primeros días es clave para curar el eccema.
Tipos de eccema
La principal duda de nuestros pacientes, sobre todo aquellos que no suelen padecer de enfermedades de la piel, es por qué sale el eccema. De entrada, hay múltiples causas de los eccemas y según su origen los podemos clasificar en diferentes tipos.
Como indicamos previamente, pueden estar causados por una enfermedad sistémica o ser algo esporádico provocado por la alergia a alguna sustancia. Así, entre los principales tipos de eccema se pueden encontrar:
Eccema atópico o dermatitis atópica
Su origen deriva de la predisposición genética de los pacientes a sufrir este tipo de lesiones.
Eccema dishidrótico
También llamado eccema ponfólix. Es un tipo de inflamación que aparece en las palmas de las manos y las plantas de los pies y se caracteriza por la formación de pequeñas vesículas o ampollas llenas de líquido. Suele tener carácter estacional, siendo más frecuente en primavera y verano. Aunque se pensaba que su causa tenía relación con el sudor al tratarse de las estaciones más cálidas, esta teoría ha sido descartada y no se ha establecido aún una causa concreta para este tipo de eccema en pies y manos.
Eccema seborreico
Erupción cutánea con tendencia a la descamación en cara y cuero cabelludo provocada por la dermatitis seborreica.
Eccema alérgico de contacto
Se produce por la alergia a algún producto concreto que ha estado en contacto con la piel, como pueden ser jabones o artículos cosméticos. El punto de partida para su tratamiento debe ser localizar el producto responsable de la irritación de la piel y evitar su contacto. De esta forma se previene el desarrollo de posibles lesiones cutáneas en el futuro.
Eccema numular
Los pacientes presentan placas de eccema de diferentes tamaños en forma de moneda. Suele aparecer de forma recurrente. Este tipo de eccema, del cual se desconocen sus causas, afecta a ambos sexos por igual, aunque es más frecuente en los hombres.
Eccema herpético
Es una complicación de un eccema atópico al que se le añade una infección causada por el virus del herpes simple o herpes oral. Este virus induce la aparición de vesículas alrededor y dentro de la boca. Si la infección se extiende por otras zonas de la cara o del cuerpo puede volverse muy grave, por lo que conviene darle tratamiento temprano.
Tratamiento de las erupciones
El dermatólogo será el encargado de identificar la causa del eccema en la piel y prescribir el tratamiento más adecuado. Una vez se han localizado y eliminado, si los hay, los factores desencadenantes, según las características del eccema y de cada paciente se puede prescribir el uso de corticosteroides, antihistamínicos si se trata de un brote alérgico, cremas hidratantes o antibióticos si se ha producido una infección bacteriana por rascar las zonas inflamadas.
La recomendación general en todos los casos es evitar el rascado continuo, ya que puede favorecer su persistencia, y seguir unas pautas generales de higiene para cuidar el estado de la piel. Entre ellas se incluyen:
- Mantener la piel hidratada con productos recomendados por los dermatólogos.
- Evitar los lavados excesivos.
- Usar jabones específicos para la higiene de la piel delicada.
- Evitar el contacto con productos irritantes.
- Proteger las zonas afectadas, por ejemplo, a través del uso de guantes si se va a estar en contacto con productos químicos que pueden causar irritación.
La combinación del tratamiento médico con estas pautas para el día a día permitirán poco a poco curar el eccema. El objetivo final que guía a nuestro equipo de dermatólogos es cuidar tu salud y mejorar tu bienestar y calidad de vida.