Debido a las diferentes fases que requiere una intervención de injerto de pelo, muchos pacientes tienen una serie de dudas a la hora de realizarse este tipo de cirugías de implante capilar para solucionar sus problemas de alopecia.
Por ello, desde Unidad Médica Serrano, la doctora Mónica Rolando nos ayuda a resolver las cinco dudas más frecuentes que le exponen los pacientes en la consulta médica.
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¿Cuándo puedo realizarme el injerto de pelo?
A la hora de realizarse una intervención existe un momento idóneo, el cirujano aconsejará según su criterio teniendo en cuenta una serie de condiciones particulares de cada paciente para determinar la conveniencia o no de realizar el injerto capilar. Estos son la estabilización de la alopecia, el grado, estado de la zona recetora, o la densidad capilar, entre otros.
Por ello, es fundamental realizar un estudio personalizado para identificar el origen de la pérdida de pelo, su estado actual y valorar la evolución y estabilización de la alopecia, así como los distintos tratamientos. Todo ello para saber si el paciente es apto para la intervención de injerto capilar y las posibilidades de éxito que tiene en el caso de realizarse este procedimiento.
¿Qué posibilidades tengo para solucionar mis problemas de alopecia?
En el estudio personalizado, el cirujano realiza una valoración de todos los factores determinantes para indicar el tratamiento más adecuado en función de las características y objetivos de cada paciente pero siempre deben prevalecer los criterios médicos. En este análisis, se evalúa el estado de la alopecia, si la zona donante tiene unas condiciones adecuadas para efectuar la extracción y la calidad de las unidades foliculares.
Con estos datos, se realiza una medición de las dimensiones del largo y el ancho de la zona donante y de la densidad de cabellos por centímetro cuadrado, así como del calibre y grosor de cada pelo, para conseguir el índice o el poder de cobertura de cada paciente. En este sentido, el calibre es muy importante ya que juega un papel fundamental, incluso mucho mayor que el del número de unidades implantadas, porque un pelo fino va a cubrir menos espacio que un cabello fuerte y grueso.
No obstante, también intervienen otras características como son el contraste, el color del pelo y el color de la piel que influyen de forma considerable en el aspecto estético del resultado final del injerto capilar.
Pero fundamentalmente, la longitud del área, el ancho del área, la densidad promedio por centímetro cuadrado y el calibre del pelo son los cuatro números básicos para saber si se puede realizar la cirugía de injerto de pelo y qué resultados se pueden obtener.
¿Es doloroso realizarse un injerto de pelo?
La intervención de implante capilar es una cirugía que requiere el uso de anestesia local, aunque en algunos casos se puede realizar bajo una sedación consciente, por lo que es un procedimiento indoloro y de baja invasividad.
Es importante destacar que como este tipo de cirugías se prolongan durante varias horas y que, en el transcurso de la cirugía, se refuerza el efecto de la anestesia local para que el paciente no note ningún dolor en durante la intervención.
¿Es necesario raparse la cabeza para realizar una intervención de injerto capilar?
La necesidad de rasurar la cabeza se determina por la técnica de injerto capilar que se vaya a realizar. Así, si el cirujano considera que el procedimiento más adecuado es mediante la técnica FUE, se realiza habitualmente un rasurado total de la zona donante y de la zona receptora. No obstante, en el que caso de que el objetivo sea cubrir zonas de la cabeza pequeñas o medianas en las que se pueda trabajar sin rasurar, se puede recurrir a rasurados parciales solo en la zona donante para que los pacientes no cambien su aspecto tras la intervención.
Esto sucede en casos determinados como puede ser una intervención en la que se vaya a cubrir las entradas en las que no hay pelo o en una coronilla poco despoblada. Aunque también depende de los espacios disponibles para poder colocar las unidades foliculares.
Por otro lado, si finalmente la intervención de injerto capilar se va realizar a través de la técnica FUSS, en estos casos no es necesario ningún tipo de rasurado ni de la zona donante ni de la zona receptora, ya que las unidades foliculares se obtienen a través de la extracción del tejido dermoepidérmico del cuero cabelludo.
Este tipo de procedimiento se realizan en torno al 30% de las cirugías de implante capilar a nivel mundial. Es conveniente que el pelo del paciente esté lo más largo posible al contrario que en la técnica FUE.
¿Puedo hacer vida normal tras la cirugía capilar?
Como toda cirugía, las intervenciones de microinjerto de pelo requieren un posoperatorio. En este caso es muy breve y en unos días ya se puede realizar con normalidad actividades de la vida diaria. Únicamente durante las primeras semanas se debe evitar la practica deportes de forma intensa, bañarse en piscinas o playas o tomar el sol en la zona en la que se ha realizado el injerto capilar.
En este sentido, muchos de los pacientes que llegan a la consulta capilar preguntan por el tiempo que “deben desaparecer” porque todos ellos quieren incorporarse a su rutina habitual y vida social de la mejor forma posible, ya que el aspecto físico en esos primeros días es algo que los pacientes consideran muy importante.
La evolución de cada paciente puede ser distinta. Mientras algunos en seis o siete días ya pueden incorporarse a su rutina con normalidad, otros pueden tardar más tiempo, por lo que depende de las características de cada persona.
Sea cual sea su duda, en Unidad Médica Serrano disponemos de un equipo médico, dirigido por la doctora Mónica Rolando, con décadas de experiencia en microtransplantación capilar en Madrid y en continua formación, que resolverá cualquiera de sus dudas y le ofrecerá los mejores tratamientos para poner fin a sus problemas de alopecia.