Gracias al uso de la anestesia el injerto capilar es un procedimiento totalmente indoloro. Aunque se trata de una intervención ambulatoria poco invasiva, la aplicación de anestesia en la zona donante y en la zona receptora bloquea las terminaciones nerviosas del cuero cabelludo, permitiendo que el procedimiento sea indoloro. Además, la administración de anestesia permite a los cirujanos extraer de manera precisa y delicada cada una de las unidades foliculares que posteriormente se van a injertar. Pero, ¿qué tipo de sedación es la más adecuada?
Se emplea anestesia local en todos los trasplantes capilares. En nuestra experiencia, el único dolor que experimenta el paciente es el de la aguja con la que se administra la anestesia directamente en el cuero cabelludo. Un dolor que también desaparece de forma rápida ya que la anestesia hace efecto casi inmediatamente. La amplia experiencia de los profesionales de Unidad Médica Serrano hacen que sean imperceptibles la mayor parte del tiempo. Nuestro propósito es completar el injerto capilar sin dolor.
En los trasplantes con técnica FUSS se realiza también sedación consciente. Se trata de una sedación muy poco profunda que ayuda al paciente a estar más tranquilo y relajado y a tener una menor percepción del tiempo, ya que el injerto de pelo es una cirugía bastante larga. Se puede utilizar así mismo en los trasplantes con técnica FUE si el paciente está muy nervioso o le cuesta mantener la misma postura durante las horas que dura la operación. Esta labor es responsabilidad de un anestesista especializado parte del equipo médico, quien mantiene un seguimiento constante de los niveles de anestesia del paciente.
Aunque el umbral del dolor varía notablemente de una persona a otra, la gran mayoría de nuestros pacientes se muestran sorprendidos de las pocas molestias que han sentido durante la intervención y niegan el mito de que el injerto capilar es doloroso.
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¿Cómo se aplica la anestesia para evitar el dolor durante el injerto capilar?
La anestesia local se aplica en la cabeza del paciente a través de microinyecciones y actúa sobre el sistema nervioso bloqueando la respuesta al dolor. Dado que su efecto será localizado y de duración determinada, si fuere necesario se realizan refuerzos de la anestesias a lo largo del tiempo que dura el trasplante capilar.
El cirujano también se encarga de realizar una serie de pruebas preoperatorias necesarias para verificar el buen estado de salud del paciente y confirmar que se encuentra en aptas condiciones para soportar la administración de la anestesia que evitará el dolor del injerto capilar. Entre estas pruebas se encuentra por ejemplo un electrocardiograma con el que comprobar el buen funcionamiento de su corazón y su sistema circulatorio.
La anestesia no ocasiona efectos secundarios
La aplicación de anestesia local, o en algunos casos esa ligera sedación consciente que comentamos anteriormente, no suele generar efectos secundarios en los pacientes de injerto capilar. La principal secuela temporal registrada ha sido la formación de un edema o hinchazón facial en la zona frontal de la cabeza, en frente y ojos, a causa de la acumulación de los líquidos usados junto con la anestesia.
Basta con mantener la cabeza del paciente recta y evitar que se incline para que el líquido no se desplace hasta la cara y genere esta hinchazón. En los limitados casos en que se produce un edema facial a las 48 horas, el cual desaparece en los días siguiente, de forma natural durante el postoperatorio.
Así, tanto el injerto como la aplicación de la anestesia local son procedimientos que cuentan con las máximas garantías de seguridad para los pacientes. El objetivo final es que se sientan lo más cómodos posible y reducir al máximo las molestias y eliminar el dolor que pueda ocasionar la cirugía capilar.
¿Se puede producir dolor de cabeza tras el injerto capilar?
Después de la cirugía de trasplante de cabello los pacientes tampoco suelen referir dolor. Tras tres o cuatro días tomando la medicación prescrita por los profesionales médicos, en el peor de los casos, se puede sufrir una moderada disminución de sensibilidad en el cuero cabelludo. Esto no debe ser motivo de preocupación ya que tiene un carácter temporal y se corrige de forma natural a las pocas semanas.
De forma adicional, en algunos casos se puede producir una sensación de escozor, síntoma de que las pequeñas heridas practicadas durante el implante capilar se están cerrando y la recuperación avanza de forma exitosa.
Todos los paciente intervenidos llevan los protocolos de postoperatorio y medicación con las instrucciones para el cuidado después del injerto. Así mismo se realizan el primer control y lavada al día siguiente de la cirugía y en caso de dudas pueden ponerse en contacto con los profesionales médicos de Unidad Médica Serrano.