La tricotilomanía es el hábito adquirido de retorcer y arrancarse el pelo. Se trata de un comportamiento compulsivo, similar al de morderse las uñas, que puede acarrear la pérdida de cabello en ciertas zonas de la cabeza y lesiones en el cuero cabelludo.
Hay casos en los que también se arrancan pelos de las cejas, las pestañas o el vello corporal, con la consecuente molestia física que ello supone.
Este tipo de impulso suele estar relacionado con situaciones de tensión o ansiedad que se alivian en el momento en que la persona se arranca el cabello.
Índice de contenidos
Síntomas de la tricotilomanía
Para poder contenerla, primero debemos conocer cuáles son las señales de alerta de la tricotilomanía, qué síntomas podemos identificar en las personas que lo padecen.
El síntoma más evidente es la escasez de pelo en ciertas zonas, pero también será llamativo:
- Si la persona se toca el pelo o la cara a menudo.
- Cuando los movimientos se vuelven más rápidos y repetitivos en contextos de estrés o nerviosismo.
- Si la persona se esconde y evita que le miren cuando se arranca el pelo.
- Se tiene una baja autoestima.
Las personas con tricotilomanía no suelen se conscientes de su problema
Esa baja autoestima va ligada a un bajo concepto de su imagen personal, por lo que, muchas veces, las personas con tricotilomanía no dan importancia a la pérdida del cabello o a las zonas con menor densidad capilar, que sí pueden percibir sus allegados.
Generalmente, este acto de tirarse de los pelos es inconsciente.
La persona está concentrada en otras actividades, como estudiar, trabajar o leer, y no es consciente de los cabellos arrancados.
Por contra, un menor porcentaje de personas lo realiza de forma consciente y no puede evitarlo, sienten el impulso irrefrenable de arrancar los pelos de la cabeza, las cejas o la barba, en el caso de los hombres.
Tratamientos para la tricotilomanía
Para tratar la tricotilomanía la recomendación de los expertos es combinar la prescripción de fármacos antidepresivos con terapia conductual con la que reducir la frecuencia del hábito.
El objetivo de la terapia conductual es establecer una conducta incompatible con la que parar la tricotilomanía.
De tal forma que, cuando el paciente se dé cuenta de que se va a tirar del pelo, realice esta conducta incompatible durante al menos 3 minutos para reducir la intensidad de la ansiedad.
De forma paralela, se irá trabajando el afrontamiento de esas situaciones de estrés y agobio que conducen a dañar el cabello, así como la autoestima y otros aspectos emocionales que puedan desencadenar el trastorno de arrancarse el pelo.
¿La tricotilomanía puede provocar alopecia permanente?
Aunque el pelo de la cabeza vuelve a crecer en las zonas de donde se ha arrancado, mantener este comportamiento compulsivo durante años puede generar una alopecia severa y permanente en las áreas más afectadas.
El continuo daño en el cuero cabelludo puede terminar afectando a los folículos pilosos y mermando el crecimiento de nuevos cabellos.
Este tipo de alopecia provocada por la tricotilomanía presenta similitudes con otras afecciones como la alopecia areata, caracterizada por la pérdida del cabello en zonas salteadas del cuero cabelludo.
Tricotilomanía: tratamiento y diagnóstico
Un diagnóstico certero será clave para recomendar el tratamiento más adecuado.
Para ello, en Unidad Médica Serrano contamos con profesionales sanitarios con una amplia experiencia y cualificación que apoyan a los pacientes y mantienen con ellos una comunicación fluida basada en la confianza y la empatía.
Junto con este tipo de alopecia, las personas con tricotilomanía pueden presentar:
- Zonas con alopecia cicatricial: Zonas donde el daño del cuero cabelludo ha sido más intenso y se ha formado una cicatriz producto de las repetidas lesiones. Este tejido cicatricial impedirá el crecimiento de nuevos pelos.
En estos casos, el tratamiento más efectivo sería la realización de un injerto capilar.
Siempre de la mano de la terapia psicológica para garantizar unos resultados duraderos y un cuero cabelludo sano.
A pesar de ello, los aspectos más positivos en los que insistir a las personas que sufren tricotilomanía es que, a pesar de ser un trastorno obsesivo compulsivo, se puede curar.
Con constancia pueden lograr erradicar este comportamiento nocivo y mejorar su bienestar emocional.