A la hora de plantearse una cirugía de injerto capilar, hay que tener en cuenta las características de cada paciente pues, en algunos casos, no todos pueden optar por esta solución a la caída del pelo. El grado de la alopecia, la calidad de la zona donante, los objetivos del paciente y las estructuras del pelo son solo algunos de los factores que deben ser evaluados por el cirujano para decidir qué técnica de microtrasplantación capilar es la más adecuada.
El procedimiento empieza con una evaluación personalizada del estado de la alopecia que presenta el paciente, ya que es conveniente que la caída del cabello esté estabilizada y tener cierto grado de espacio sin pelo donde poder implantar las unidades foliculares extraídas. Éstas se adaptarán sin dañar el cabello nativo de la zona receptora y crecerán correctamente en su nueva ubicación. El 90% de los casos son alopecias androgenéticas, en los que es factible utilizar técnicas de cirugía de injerto capilar, aunque su realización está sujeta al criterio médico del cirujano y a las características del paciente.
Asimismo, otra característica que evaluará el cirujano a la hora de realizar la microtrasplantación capilar es si la alopecia es consecuencia de enfermedades del cuero cabelludo o de cicatrices por algún golpe o traumatismo.
Una vez conocidas las características de la alopecia de cada paciente, se requiere que éste disponga de una superficie donante con una densidad de unidades foliculares adecuada y con unos márgenes de seguridad. Así, el equipo médico estudiará las posibilidades de extracción de las unidades foliculares, su concentración y calidad, el ángulo en el que nace cada cabello y si el área donante es susceptible de sufrir alopecia.
Las zonas donantes deben tener un aspecto uniforme, con unidades foliculares completamente sanas independientemente de su grosor, color y rizo. Estas características se determinan a través dispositivos de aumento. Tanto en la técnica FUE como en la técnica FUSS, las unidades foliculares se suelen seleccionar de la zona posterior de la cabeza y de la zona parietal, ya que son las regiones en las que los pelos están codificados genéticamente para durar toda la vida. No obstante, en ocasiones, los pelos para su posterior injerto también se pueden obtener de áreas como la barba, el pecho o la espalda mediante la técnica de Body Hair Trasplant.
En el proceso de selección del área donante, se presta mucha atención al grosor o calibre de cada unidad folicular para obtener el índice de cobertura y el número de unidades necesarias para cubrir la zona que padece alopecia. Así, en el diseño del área trasplantada, se tiene en cuenta el ángulo de nacimiento del pelo para obtener un resultado con una estética natural y simétrica.
Unidad Médica Serrano es el primer centro español dedicado exclusivamente a la microtrasplantación capilar que cuenta con décadas de experiencia y un equipo de profesionales, liderado por la Dra. Mónica Rolando, que proporcionan una valoración médica personalizada – en la primera cita – de cada caso de alopecia para garantizar los mejores resultados.