¿Cómo afectan el efluvio anágeno y el efluvio telógeno a la salud capilar?

La caída abundante y más o menos repentina de pelo puede responder a dos problemas capilares que se diferencian de la alopecia androgénica, como son el efluvio anágeno y el efluvio telógeno. Ambos generan preocupación en la persona que los sufre debido al gran volumen de cabello que se puede llegar a perder.

El ciclo de vida del pelo se compone de tres fases que, aunque son generales, son independientes entre sí y de distinta duración en cada folículo piloso. Así, la fase de crecimiento o anágena dura ente 2 y 6 años y es en la que se va desarrollando el folículo piloso; la fase de transición o catágena dura unas tres semanas; y la fase de reposo o telógena dura aproximadamente tres meses y en ella se produce la caída de 80 a 100 pelos al día.

¿Qué es efluvio anágeno?

El efluvio anágeno es la caída masiva del cabello en un corto período de tiempo durante la fase anágena, sin seguir un patrón común, lo que puede implicar la pérdida de hasta el 80% de los pelos que se encuentran en fase de crecimiento.  Esta patología puede tener diferentes causas que determinarán el grado –mayor o menor- de la caída del pelo. Entre ellas destacan algunos tratamientos contra el cáncer, como la quimioterapia o la radioterapia; la ingesta de algunos medicamentos y determinadas reacciones del sistema inmunológico. Todo estas posibles causas pueden ocasionar la caída generalizada del cabello en su fase de crecimiento.

Esta caída puede producirse sólo unos días después de la causa que la origina. Se trata de un proceso reversible por lo que la persona que lo padece puede llegar a  recuperar hasta el 90% de la cantidad de pelo que había perdido, tras el tratamiento adecuado de la causa que lo genera.

¿Qué es efluvio telógeno?

Por otro lado, el efluvio telógeno es una alteración del ciclo vital del cabello, que aparece en la fase telógena y que genera una pérdida importante de pelo durante un período de tiempo concreto. Se trata de un problema que suele ser común en las mujeres jóvenes, aunque pueden padecerlo en edades más avanzadas. Además, también es posible que los hombres lo sufran.

El efluvio telógeno puede variar entre unas semanas y seis meses, dependiendo de si se trata de un caso agudo o crónico. Suele manifestarse con pérdidas de cabello en forma de mechones y puede aparecer de manera repentina durante cualquier actividad diaria. Los pacientes que lo padecen experimentan una pérdida muy acentuada del pelo y la disminución del volumen de la melena.

El estrés o los déficitis vitamínicos, entre las causas del efluvio telógeno

Como ya se ha comentado, las causas del efluvio telógeno son diversas y abarcan desde un déficit vitamínico o el embarazo hasta situaciones de estrés constante, aunque en algunos casos no se puede identificar la causa exacta de este problema capilar.

Asimismo, esta interrupción del ciclo de vida del pelo puede aparecer después de varios meses desde que se produce su causa y no manifestarse de forma inmediata.

La pérdida de pelo producida por efluvio telógeno puede ser reversible, aunque en ocasiones recuperar un volumen adecuado de cabello puede tardar muchos meses. Cuando la pérdida del pelo dura demasiado tiempo, será necesario realizar un estudio personalizado de un especialista en salud capilar, quien será el encargado de diagnosticar correctamente las causas y analizar qué opciones de tratamientos pueden ser más efectivas.

En Unidad Médica Serrano contamos con un equipo de profesionales, liderados por la doctora Mónica Rolando, que llevarán a cabo una valoración médica individualizada de cada caso con el fin de proporcionar una solución segura y eficaz de  los problemas de pérdida de pelo.

Admin UMS